topares existe

jornalero_2Topares, hoy, existe; pero en 1975 no existía. Yo solía parar en Vélez-Blanco a tomarme el último café a las faldas del castillo expoliado y coger fuerzas para la aventura final: el camino de cabras y el lecho de un barranco como única entrada por el sur a una aldea perdida y olvidada. Luego descubrimos que en aquel paraje condenado al olvido no sabemos por qué razón, habían construido sus cuevas los hombres del neolítico. Incluso que el indalo, símbolo de lo almeriense, se había encontrado pintado en algunas de aquellas cuevas. Topares existe, lo hemos colocado en el mapa… y hasta la wikipedia habla extensamente de él. Pero han pasado 35 años y hemos queridos echar una mirada a esos años, para ver cómo éramos.

Cuando yo era maestro en Topares, la gente de Vélez me decía siempre mientras me tomaba el café: “Topares, echa pan y no te pares”. La primera vez que lo oí, me dio un escalofrío y ganas tuve de meterme en mi flamante Seat 127, por el que acababa de pagar la entrada con el primer sueldo de profesor de EGB, y volverme por donde había venido. Me estaba conviertiendo en un maestro rural, yo acababa de cumplir la veintena, y me había matriculado en la Facultad de Ciencias de la Información de la Autónoma de Barcelona,  para no seguir los pasos de doña Virtudes, mi madre, que tan mal lo había pasado por esos andurriales, como ella decía.

Pronto empecé a tomarle cariño al pueblo y hasta acabamos reviviendo el Fuenteovejuna cuando aquel cabo de la Guardia Civil de María quería llevarse detenido al maestro por hacer una película de súper-8 en la que se decía que uno no se podía creer lo que contaba la tele franquista. Qué paradojas, porque yo acabé desarrollando mi carrera como corresponsal en el extranjero precisamente en TVE. Pero entonces ya había salido muchas veces el barranco aquel que me acabó destrozando el escáter del coche de tanto atravesar por allí con los guijarros y las piedras rozando los bajos. Hubo que esperar a que muriera Franco, pero al final los topareños conseguían que les trajeran el agua, la luz y el teléfono, que les asfaltaran las calles y hasta que estén a punto de hacerles una piscina, que el Ayuntamiento de Vélez-Blanco ya tiene presupuestada. Yo entretanto me iba a Barcelona a estudiar y a seguir haciendo documentales.

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Un día lluvioso, alguien me habló en el Cine-Club del pueblo de doña María. Y me fui a verla esa misma tarde después de la escuela. Doña María era una señora educadísima, correctísima que me sacó café y galletitas mientras se sacaba las gafas y se ponía a leerme la carta que había escrito a Franco. Al salir de la casa de doña María tenía decidido que iba a hacer una película. ¡Menuda osadía! Ni tenía dinero ni tenía idea de lo que era hacer un docuemental. Yo era maestro y había hecho teatro en Almería, pero nada más. Y la hicimos. En formato aficionado, pero funcionó y se convirtió en un símbolo de la creciente contestación popular y el ansia de libertad en aquellos años del tardofranquismo y de los comienzos de la transición. Un día aparecí por Topares con mi amigo Adolfo Olmedo, la película y un proyector que Adolfo tenía como representante de una empresa de cámaras semiprofesionales: ¿B0ley?

Los vecinos estaban convocados, no me acuerdo quien pasó la voz, y cuando llegamos aquel domingo a Topares Adolfo y yo, directamente desde Almería, el salón parroquial estaba abarrotado. Y empezando a poner la película, que apenas se entendía por los comentarios de admiración de los que se iban reconociendo en ella. Doña María no estuvo, pero pensábamos pasar después por su casa para proyectársela a ella. Se lo merecía. Era su carta a Franco lo que daba dramatismo a una historia de vida cotidiana que enseñaba la España real frente a la visión edulcorada de los pueblos que ofrecía casda semana TVE en las “Crónicas de un pueblo”, de Antonio Mercero.

topares2Menos mal que doña María no estaba allí, porque se habría llevado un gran disgusto y ya estaba muy mayor. A la quinta o la sexta proyección, y mientras Adolfo rebobinaba para volverla a proyectar, desde el fondo de la sala se acercó el cabo, con el tricornio respetuosamente bajo el brazo… y me pidió que lo acompañara. Solo se ocupó de mí, a mi amigo lo dejó con la máquina… pero también se quedó con las firmas que habíamos recogido de los vecinos apoyando a doña María y dando testimonio que lo que se contaba allí era verdad.

Aquella noche no llegué a pasarla en el cuartelillo. El cabo me dejó encerrado en la escuela mientras el pueblo se movilizaba y enviaba a un grupo de vecinos a dialogar con la autoridad. La presión popular evitó llegar a mayores, pero el cabo me dejó bien claro que, al volver el lunes por la mañana para Almería, teníamos que pasar por María y pararnos en el cuartelillo. Muy amable, como siempre, el cabo nos acomodó en su despacho y nos invitó a un café mientras repetía una y otra vez, moviendo la cabeza de un lado a otro: “Pero don José: cómo se le ocurre a usted, que es el maestro, decirle a la gente de Topares que no se crean lo que dice Televisión Española.”

La censura franquista intervino unas semanas después y prohibió ‘Anticrónicas de un pueblo’, pero fue como ponerle puertas al campo. Topares se convirtió en la palabra mágica que explicaba todo, sin tener que hablar mucho, en aquellos años en que llevábamos la mordaza en España. Todavía no era periodista, pero fue mi primer documental.

Así se ha escrito la historia de Topares. El día en que murió Franco, yo era aún maestro rural en Topares: una aldea remota y olvidada en la comarca de los Vélez donde no había carretera ni luz en las casas, ni teléfono, ni agua. Doña María le había escrito una carta a Franco; y Franco le había contestado prometiendo la carretera, la luz, el teléfono, médico y hasta un cura para la inmensa iglesia del pueblo donde dice misa los domingos el párroco de María, en las estribaciones de Sierra Nevada. Doña María me leyó la carta y sin dudarlo un segundo le pedí permiso para contar su historia; doña María me responde que sí, que había que contarlo.

topares1En 1971 TVE había estrenado una serie de Antonio Mercero, que seguía teniendo un gran éxito de audiencia: “Crónicas de un pueblo“. Entonces la televisión en España era en blanco y negro, pero la versión que nos daban desde la tele pública sobre la vida en los pueblos era en technicolor. De Topares me fui a Barcelona, con aquella película prohibida bajo el brazo. La democracia en España estaba todavía por llegar y mientras yo empezaba la carrera de Periodismo en la Universidad Autónoma, donde viví y rodé las primeras manifestaciones pidiendo ‘llibertad, amnistía, estatut d’autonomía’, la ‘Anticrónica de un pueblo‘  empezaban a dar vueltas por España, burlando la censura.

El documental de Topares, se convertía así en objeto de culto en la escena del cine independiente de aquellos años. Estaba rodado en super-8 mm y hubo original y copia para la distribución. ‘Topares’ se contrataba a 200 pesetas por pase en los circuitos alternativos, lo que apenas daba para pagar el porte y los gastos de gestión de la cooperativa catalana que gestionaba su difusión. Mi amigo Josep María Martí Rom, creador de la Central del Corto, en Barcelona, me confirmaba hace poco que el original dejó de proyectarse un día porque se caía a trozos de tantos pases. Ahora estamos intentamos recuperar algunos fotogramas. En la Filmoteca de Catalunya o en algún cajón donde han ido acumulado polvo los restos de aquel hermoso proyecto de la Central del Curt. Y habrá que rodar un “Topares, 35 años después”. Para que nunca más se vuelvan a olvidar de Topares. [más]

8 comentarios para “topares existe”

  1. Enrique López Manzano Responder 27/03/2009 a 18:08

    Hola José Maria,

    57 años. Son ya muchos años. Y son más de 30 los que yo te conozco. O mejor debería decir, que te conocí. Porque teniamos los mismos años cuando se proyectó vuestra película ‘Anticrónica de un pueblo’ en el Festival Súper 8. Mucho a ha llovido desde entonces. Pero, a nuestro modo, yo me he mantenido en la lucha inicial, pese a vientos y mareas.
    Me dejaste un sabor agridulce, fruto de una cierta incomprensión. Pero, eras muy jóven y ahora que yo me he hecho también más viejo también lol entiendo mejor. Reconozco que tu brusco alejamiento y tu falta de diálogo me dolió, pero está claro que tus ideas políticas por aquel entonces conjugaban más directamente con el proyecto de la «Cooperativa de Cine Alternativo» que no con el de «Acción Súper 8».
    No me extiendo más, porque ni siquiera sé si se producirá una comunicación contigo.
    Si se da, recibe un saludo afectuoso de este viejo conocido deseándote lo mejor.
    Enrique López Manzano.

  2. hola yo solo queria decir que Topares es el mejor pueblo del mundo por muy pequeñito que sea,pero como la gente que hay alli en ningun lado y todo es precioso.

    Quiero que se vuelva a realizar otra pelicula de Topares pero esta mucho mas completa.

    TOPARES EL MEJOR

    QUE VIVA TOPARES…….

  3. Lo mejor que tiene topares a parte de sus paisajes, gastronomia, ect, es su GENTE.
    Te acogen como si llevaras toda la viada viviendo alli, sin perjuicios y no dudan en abirte las puestas de sus casas, da igual de donde seas o donde vaya.
    Y hoy en día, no en todos los sitios te acogen de esta forma. Aaunque no seas del pueblo hacen que te sientas parte de él. Vas viendo cuando caminas por sus calles que se alegran de verte otra vez allí, bien sea para pasar el fin de semana o en verano.
    Da alegría cuando llegan unas fiestas y todos los que estan fuera intentan esos dias estar alli. El pueblo se transforma,parece otro.
    Nunca habia oido hablar de éste pueblo, hasta que conocí al que va a ser mi marido próximamente, y cada dia me alegro mas de haberlo conocido a él, a su familia, sus amigos y como no, a su pueblo que tanto quiere.
    Gacias Topares y a su gente por acogerme.

  4. Lo mejor que tiene topares a parte de sus paisajes, gastronomia, ect, es su GENTE.
    Te acogen como si llevaras toda la viada viviendo alli, sin perjuicios y no dudan en abirte las puestas de sus casas, da igual de donde seas o donde vaya.
    Y hoy en día, no en todos los sitios te acogen de esta forma. Aaunque no seas del pueblo hacen que te sientas parte de él. Vas viendo cuando caminas por sus calles que se alegran de verte otra vez allí, bien sea para pasar el fin de semana o en verano.
    Da alegría cuando llegan unas fiestas y todos los que estan fuera intentan esos dias estar alli. El pueblo se transforma,parece otro.
    Nunca habia oido hablar de éste pueblo, hasta que conocí al que va a ser mi marido próximamente, y cada dia me alegro mas de haberlo conocido a él, a su familia, sus amigos y como no, a su pueblo que tanto quiere.
    Gacias Topares y a su gente por acogerme.

  5. Lo mejor que tiene topares a parte de sus paisajes, gastronomía, ect, es su GENTE.
    Te acogen como si llevaras toda la viada viviendo allí, sin perjuicios y no dudan en abrirte las puestas de sus casas, da igual de donde seas o donde vaya.
    Y hoy en día, no en todos los sitios te acogen de esta forma. Aunque no seas del pueblo hacen que te sientas parte de él. Vas viendo cuando caminas por sus calles que se alegran de verte otra vez allí, bien sea para pasar el fin de semana o en verano.
    Da alegría cuando llegan unas fiestas y todos los que están fuera intentan esos días estar allí. El pueblo se transforma, parece otro.
    Nunca había oído hablar de éste pueblo, hasta que conocí al que va a ser mi marido próximamente, y cada día me alegro mas de haberlo conocido a él, a su familia, sus amigos y como no, a su pueblo que tanto quiere.
    Gracias Topares y a su gente por acogerme.

  6. Lo mejor que tiene topares a parte de sus paisajes, gastronomía, ect, es su GENTE.
    Te acogen como si llevaras toda la vida viviendo allí, sin perjuicios y no dudan en abrirte las puestas de sus casas, da igual de donde seas o donde vaya.
    Y hoy en día, no en todos los sitios te acogen de esta forma. Aunque no seas del pueblo hacen que te sientas parte de él. Vas viendo cuando caminas por sus calles que se alegran de verte otra vez allí, bien sea para pasar el fin de semana o en verano.
    Da alegría cuando llegan unas fiestas y todos los que están fuera intentan esos días estar allí. El pueblo se transforma, parece otro.
    Nunca había oído hablar de éste pueblo, hasta que conocí al que va a ser mi marido próximamente, y cada día me alegro mas de haberlo conocido a él, a su familia, sus amigos y como no, a su pueblo que tanto quiere.
    Gracias Topares y a su gente por acogerme.

  7. Rafa Lopez.. yo hace 29 años que conoci y me case con una topareña,y no solo tengo una casa en Topares sino que tambien soy miguero..

  8. Pues yo que quereis que os diga de TOPARES que hace 40 años que lo conozco y que creo que es el pueblo mas tranquilo se vive de todo el mundo. Con esto os quiero decir que es maravilloso vivir en un lugar como este, ¡ VIVA TOPARES !

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